sábado, 28 de marzo de 2020

Nos sentimos Atraídos


Nos sentimos atraídos

En nosotros se desarrollan una serie de sensaciones, de deseos, de sentimientos que nos demuestran y nos enseña que hay algo que nos gusta.  Basta con que usted vea una multitud y de seguro va encontrar una persona que a su vista destaca por encima de las otras personas.  Incluso salir a la calle a caminar encontraremos detalles que nos son mucho más agradables sin estar del todo consciente que hay muchos otros detalles en lo que vemos, que no hemos prestado atención, bien sean sonidos, olores, imágenes o sensaciones táctiles.

Esas pequeñas cosas, situaciones o personas que destacan y nos hacen prestar atención o por lo menos fijarnos con mayor interés, son las que nos van a guiar en el camino de nuestra evolución y desarrollo como seres humanos y como alma.

Es muy sencillo para muchas personas lograr percibir el cómo determinadas experiencias le han ido enseñado y preparando para la siguiente. Con solo hacer un pequeño viaje a nuestra edad escolar, podemos ver como esas materias que aprendimos en años anteriores, nos han preparado para poder aprender en el siguiente año escolar.

Pero nos cuesta poder percibir como un evento no agradable, una relación que ha terminado, un trabajo que no entregamos, una relación laboral, incluso un accidente, nos ha preparado para seguir avanzando y creciendo.

Esas experiencias van desarrollando un patrón de pensamiento, una memoria, que luego ante determinados eventos similares van a mostrarnos a través de la experiencia previa la búsqueda de la mejor solución. Ni hablar de las características que cada ser humano desarrolla, algunos pueden ver sus intentos frustrados y dejar de intentarlo nuevamente, otros en cambio deciden continuar adelante.

Todo ello va forjando el carácter, las ideas, las alarmas, la predisposición a los eventos y muchas veces los miedos a no repetir experiencias no agradables.

Lo bueno es que la vida es benevolente, siempre está a nuestro favor, empujando y llevándonos al camino de aprender y corregir el rumbo. Por supuesto en la medida que nos desviamos se empieza a complicar todo. Es como tener una carretera y decidimos viajar en medio de los matorrales, va a ser más complicado llegar a destino, incluso y seguramente nos perderemos en medio de esa selva donde nos adentramos.

Nos sentimos inmensamente atraídos por esos problemas que van a desarrollar nuestro espíritu, pero no sabemos que esa atracción ha llegado para enseñarnos,  esa persona de la cual usted se ha enamorado produce  una atracción para poder engancharlo a usted con la experiencia necesaria para atravesar el bosque que le toca experimentar y crecer.

Así como cuando somos niños y jugar, nos caemos y vamos aprendiendo a tener mayor control sobre nuestro cuerpo, vamos conociendo la capacidad de levantarnos, de caer y rodar, y de colocar los pies de forma firme para detenernos en una carrera, o sencillamente para poder cambiar de dirección, así es la vida.

Y todas esas acciones físicas que hemos desarrollado se van grabando en nuestros músculos, en nuestra mente y ella hace uso de ese conocimiento sin la necesidad de estar dando órdenes de forma consciente.

De igual forma va sucediendo con cada una de las relaciones que mantenemos, ellas refuerzan, pulen, limpian, desarrollan nuestras capacidades, nuestras habilidades, nos enseñan, nos modifican, nos van puliendo como el joyero hace con una piedra preciosa.

¿Es usted la misma persona que hace 5 años atrás?

¿Piensa de la misma forma? 

Quizás tenga la misma idea de las cosas que le agradan o no le agradan, pero seguramente su patrón de pensamiento ha cambiado. Poco o mucho, pero ha ido cambiando y ha ido experimentando situaciones nuevas o similares, que lo han traído hoy aquí.

Se dice que nos sentimos atraídos en un primer instante por la energía y experiencia que nos brinda la emoción de compartir con otra persona, porque nuestras almas se reconocen entre ellas.  Al igual que el alumno aparece cuando el maestro está preparado, o que alguien se convierte en maestro cuando el alumno ha llegado. Es un camino bidireccional, de doble vía, dos sentidos, porque ambos están enseñando al otro. El maestro aprende de las inquietudes del alumno, el alumno aprende de la experiencia del maestro.

¿Qué es un maestro? 

Sencillamente alguien que ya ha recorrido el camino que hoy hemos decido recorrer nosotros, y con el cual contamos para que este viaje de aprendizaje sea más agradable y sencillo.

En la etapa del enamoramiento, nos segamos ante muchas características de nuestra pareja, la emoción nos embarga, nos nubla la mente. Por ello el amor es ciego, la atracción se hace más fuerte, donde el tiempo se detiene, se vuelve casi de forma obsesiva al pensar constantemente en esa persona, incluso llega a cambiar nuestro estado de humor, haciéndonos sonreír con solo pensar en esa persona, se detiene el tiempo, se nubla la razón, y se intensifican los deseos e impulsos.

El amor se va construyendo en el tiempo, en el compartir, en ir aprendiendo a aceptar esos detalles que cada persona tiene y que quizás no son perfectos para más nadie, pero son perfectos para nosotros, o para mí. Y esas características que a otros puede llegar a sacar de sus casillas y ser intolerables, para el que está enamorado resulta hasta atractivo.

Luego con amor empezamos a identificarnos, a fundirnos uno con otro, a copiar patrones, se empieza a ser reflejo de lo amado, es común encontrar parejas que se aman y que han copiado y modelado el comportamiento de su amor. Sin buscarlo, sin que sea un objetivo, se han amoldado el uno con el otro, incluso en sus diferencias se han vuelto sus virtudes y acompañamiento mutuo.

De no ser por el amor, seguramente no estarían juntos. Pero ese amor necesita crecer, desarrollarse y seguir aprendiendo. Las parejas que dejan de aprender juntas, dejan de amarse. Puede llamarle usted como desee, costumbre, compañía, tolerancia, como sea, pero para seguir juntos necesitamos seguir aprendiendo, claro eso no siempre se hace de forma consciente. 
Todo ello ni siquiera lo podemos percibir cuando sucede, podemos ver hacia el pasado e identificarlo, pero en el día de hoy preguntarse qué estoy aprendiendo no se consigue respuesta. El mapa es mucho más grande que un día a la vez,  es como colocar una ralla cada día sobre una hoja en blanco, como en el juego de unir los puntos,  necesitamos muchos días para ir dando forma a ese dibujo.

Nos sentimos inmensamente atraídos por esas experiencias que nuestra alma desea 
y anhela vivir y experimentar. 

Desde ir a la playa, volar en parapente o conducir un coche.  Toda idea que usted tenga de algo, que cada vez que usted piensa en ello se le esboza una sonrisa en sus labios, se enciende una luz en su interior, es esa experiencia que usted necesita vivir para crecer.

Otro detalle curioso y sucede aún con mayor intensidad, es  esa situación o experiencia que le genera miedo. Mucho de lo que necesitamos para vivir, ser felices, aprender, crecer, desarrollarnos, avanzar, ser abundantes, sonreír, nos genera miedo.

Desea usted aprender a manejar un coche, y le da miedo. Incluso si usted ya maneja, seguramente podrá recordar el temor que sintió las primeras veces que se sentó detrás de un volante. Y no hablo del miedo racional que se siente a través de las ideas de las consecuencias que puede tener manejar sin experiencia, como chocar o colisionar con otro vehículo. Me refiero a ese miedo, ese nudo en la garganta, en el pecho, en el estómago, que comúnmente nos paraliza.

Ese miedo que sentimos cuando dimos el primer beso a nuestra pareja. Ese temor. Esa inquietud.  Ese miedo que no es mental, es un miedo físico, presente en nuestras sensaciones, se disparan mecanismos físicos que si bien aceleran nuestros latidos del corazón y nos puede hacer sudar de los nervios, también sentimos un empuje interior, una paz, un estado en el cual el mundo a nuestro alrededor desaparece, se detiene, deja de existir. Puede estar usted en el sitio más ruidoso de la ciudad y en ese instante el ruido desaparece.

Nos sentimos inmensamente atraídos por los problemas que van a darnos las experiencias que necesitamos vivir, pero seguramente con su edad, con sus experiencias ya vividas, usted debe de tener situaciones que cuando las realiza se siente muy bien consigo mismo. Son esas acciones que realiza que le hacen sentir bienestar, que dentro de usted se sienten muy bien, sin importar si a los demás les parece bien o no. 

Sencillamente a usted le reconforta y le agrada. Puede ser desde algo tan sencillo como cocinar, pintar, limpiar, o armar motores, hacer deporte, o sencillamente sentir en toda su dimensión la naturaleza a su alrededor.

Esas situaciones que le llenan de gozo, son las piezas del rompecabezas que usted debe ir acomodando y encuadrando para descubrir lo que le gusta, lo que puede hacer y descubrir el mapa que ha de conocer en el viaje.

Como mencionamos anteriormente, no hay una regla para todos, pero para todos hay un camino, seguramente nos podremos cruzar una y otra vez, quizás algunas personas nos acompañan por un tiempo con fecha de caducidad, otras lo hacen durante el resto de nuestras vidas. A unos les tocara estar 20 años en el mismo trabajo o haciendo la misma labor, otros no, la diversidad es muy amplia, pero todos hemos nacido con una tarea, con un fin, desarrollar nuestro mayor potencial, queramos o no, hay una fuerza mayor a todos nosotros, sea llamado universo, Dios, vida, esa fuerza nos empuja, nos lleva a donde debemos estar, nos impulsa a ese desarrollo y evolución de todo ser humano.

Mucho se habla de que hemos sido creadores de nuestra vida, algunos están de acuerdo, otros no tanto. Nuestras decisiones han moldeado el camino que hemos recorrido, incluso podemos llegar a pensar que las situaciones externas nos han obligado a tomar esas decisiones. Pero lo cierto es que siempre hemos, tenemos y tendremos un abanico de opciones ante cualquier situación que se nos presenta. 

En mi caso personal pase muchos años tomando decisiones con la mente, analizando, calculando, haciendo pronósticos de los posibles resultados que esa decisión podría dar, en cualquier área de mi vida, sin estar yo consciente de ello, porque era el patrón de comportamiento que había aprendido, le daba yo más valor a lo que pensaba que a lo que sentía, incluso siguiendo patrones de otras personas y de sus experiencias.

No estuvo mal, ya que fue el camino que decidí recorrer, sin ser yo consciente de ello, para tener las experiencias que necesitaba para aprender. Hay experiencias en mi vida que estoy convencido fue la vida quien me las coloco para que enderezara yo mi rumbo, hay otras que considero me fueron dadas para sacar lo mejor de mi, eso que ni yo sabía que era capaz de hacer.

Cuando empezamos a vivir de una forma que vemos los acontecimientos como mensajes, como guías en nuestro camino, todo cambia. Nos damos cuenta que esas cosas y situaciones que nos atraen, es una necesidad de experiencia que tenemos. 

¿Nos da miedo?

 Algunas si, otras no, pero en ambos casos las necesitamos para encontrar la siguiente pieza de nuestro rompecabezas, de nuestro ser, de nuestra vida.

Armando el Rompecabezas


Armemos el rompecabezas Vivimos en dos mundos muy diferentes y en un mismo instante están manifestados en ambos, Anaïs Ninn comenta:el mundo es según mi perspectiva, cuando lo veo.
 Y es exactamente así, el mundo es lo que usted interpreta de lo que está viendo, sintiendo y percibiendo, por ello cada cabeza es un mundo porque cada uno de nosotros lo ve a su manera influenciada por las experiencias y el conocimiento previo que hemos acumulado al vivir.  De ahí sale la idea que son dos mundos, un mundo social que está afuera de nosotros, ese mundo que tenemos y compartimos ideas, que nos influye, que es tangible y que está ahí donde estamos todos. Y esta el mundo que cada uno de nosotros llevamos adentro, lo que pensamos, lo que sentimos, lo que deseamos. Podemos colocar un ejemplo, un lago, la superficie del lago es lo que muestras, lo que está a la vista, es nuestro mundo social, nuestro entorno, pareja, trabajo. Y el lago en si es nuestro ser, al sumergirte cambia la perspectiva, la emoción, el sentir, la visión. Una cosa es la superficie otra la profundidad, pero ambos están enlazados y conviven, son uno con el otro. Eres uno lo que piensas, otro lo que haces y ambos te identifican y te hacen único. Pues bien, muchas veces no compartimos lo que estamos pensando y sintiendo, solo para encajar en determinado espacio que estamos compartiendo con otros, o por no sentir rechazo, incluso quizás por no estar muy convencidos de eso que pensamos o sentimos.  Muchas veces nuestro mundo exterior no está en sintonía con nuestro mundo interior, en mayor o menor grado, con más o con menos similitudes entre ellos.  Estos dos mundos se sienten, se piensan, uno de esos mundos es en donde estas, el otro mundo es en donde debes estar. Suele decirse que debemos ser congruentes entre lo que decimos y hacemos, mejor es ser congruente entre lo que sentimos y hacemos, y así encuentras a muchas personas en el mundo que tienen un brillo especial al ser ellos mismos en toda su esencia. 
¿Alguna vez lo has pensado o sentido?


El hecho de sentir que estas en un lugar pero que quieres y sientes que debes estar en otro, y no sabemos muy bien como sucedió, ni cómo hacer para llegar hasta donde debemos estar. Lo que encuentro es que cuando me siento bien con lo que estoy haciendo, no siento esa dualidad o esos dos escenarios diferenciados, cuanto estas en la zona (estado de flujo) ambos espacios se acompañan, son uno solo, es como una pieza del rompecabezas que encuentra su sitio ideal. El camino y las formas para encontrar que ambos mundos se encuentren son muchos, no hay formulas, no hay mapas pre diseñados, no es un mueble de IKEA que compras y viene con un manual para ser armado, la caja donde viene el paquete llamado “Ser” trae todo lo que necesitas para armar la vida que deseas,  trae fuero interno, intensidad, gusto, deseo, pasión y muchas más. Por ello asocio mucho la vida con un rompecabezas de millones de piezas, al momento de nacer se abre la oportunidad de ver por primera vez cada una de las piezas, y no sabemos que vamos a hacer con ellas, pero estamos emocionados con cada una de las que podemos ver, distinguimos rápidamente esas que tienen un lado liso, que representan los bordes de la imagen que vamos a armar, y unas cuantas que tienen dos lados lisos y dos lados con forma no definida, muchas veces me gusta pensar que estas piezas que forman las esquinas son nuestros padres, ya que siempre que yo armo un rompecabezas (es una de mis aficiones favoritas, llevo unos cuantos en mi haber)  comienzo ubicando las que son lisas o rectas por uno de sus lados y entre ellas aparecen las esquinas. Procedo a buscar la forma de cómo encajan a la perfección manteniendo el orden de la línea recta, el color, los tonos y las sombras que corresponden en cada una, y desde ahí comienzo armando el marco del rompecabezas.  Comencé por el exterior, luego sigo delimitando las mismas colocando mas y mas piezas en la línea externa acercándome cada vez más al centro y percibiendo mejor el cuadro en su totalidad. Pues bien, me gusta pensar que así fue mi vida, nací, descubrí todas las piezas que había para colocar e ir armando la imagen y el panorámico lienzo de quien soy, el cuadro es quién soy, no es lo que hago, no es el papel social, no es mi trabajo, todo eso está formando quien soy, el cuadro es mi alma, mi ser, mis formas.  Y cuando llegue a esta vida mis padres son las esquinas de ese cuadro, soporte, dirección, guía, punto de partida, limites, dan estructura al ser, mis hermanos y demás familiares son esa línea que va recorriendo a lo largo del camino que van formando el cuadro, y de ahí en adelante empiezo a caminar, encuentro piezas importantes que me ayudan a formar el cuadro, mi cuerpo, empiezo a tener control sobre él, luego al estar aprendiendo en clases empiezo a diferenciar más y más piezas. Son horas de ensayo y error, son colocar muchas piezas que nos parecen que encajan junto a otra pieza, pero al acercarlas entre sí, nos percatamos que debemos hacer mucha fuerza, cambiar alguna de sus formas, o que encajan pero que quedan espacios vacios, pasa la luz entre ellos, así que no calza a la perfección, por ello no son match. Algunas veces podemos identificar unas formas muy curiosas que enseguida conseguimos su puesto y su match. Así voy por mi vida, en la medida que voy avanzando se me van otorgando, descubriendo o encontrando nuevas piezas, y el paisaje o la pintura no cambia, simplemente adquiere un nuevo color, adquiere una nueva identidad.  El cuadro que arme en mi infancia sigue estando presente en el cuadro (puzle) que estoy armando el día de hoy, pero desde aquí aquella imagen se recibe distinto a como estaba en su momento. Muchas veces queremos correr en el tiempo y llenar nuestro cuadro de forma rápida, de alguna forma sentimos nos quedamos atrás, no sé de quién vamos detrás, porque tampoco es una competencia, pero empezamos a comparar nuestro avance en relación con otras personas.  Otras veces empezamos a copiar la imagen de otro, porque nos parece que su cuadro de vida es más bonito, más interesante, más atractivo o simplemente nosotros queremos tener y ser ese cuadro. No confundamos modelar con copiar. Podemos modelar el comportamiento de otro, inspirarnos en lo que nos agrada de otra persona y hacer que esto florezca en nosotros, pero sin dejar de ser uno mismo.  En este aprender muchas veces se busca tanto ser el otro que dejamos de ser nosotros, y la gente lo percibe, se ve cual es la copia. Pondré el ejemplo de los músicos y cantantes. A cada uno de ellos que he podido apreciar en alguna entrevista que les hacen, muchas veces le preguntan por su pasado y quienes fueron su inspiración, suelen responder, casi todos, de donde viene su estilo o sus ideas y nombran a esas otras estrellas y cantantes famosos que ellos escuchaban y disfrutaban con sus canciones, incluso con géneros musicales diferentes.  Y a estos artistas se les puede sentir un matiz en su acción, en sus letras, pero siempre son ellos mismos sin estar imitando a sus ídolos o sus motivadores / inspiradores. Son esa parte del modelaje. Hay personas que me agradan como se expresan, su voz, su cadencia, su velocidad al hablar y su seguridad mientras lo hacen, yo sin deseo de copiarlos ni imitarlos procuro que mi ser, que mi persona, al hablar y expresarse se acerque a esa forma que me agrada escuchar, sin dejar de ser yo. En este rompecabezas que estamos armando día a día, muchas veces lo dejamos sobre la mesa, se nos olvida volver un rato y colocar un par de piezas, incluso pasaran muchos días donde nos podemos sentar frente al rompecabezas y luego de horas no colocar ni una pieza,  pero no por ello vamos a guardarlo y dejarlo abandonado, bueno si he visto casos que lo hacen pero no es ese nuestro caso,  también debemos descansar y no buscar de armar con la misma perspectiva que siempre los armamos. Hay piezas que solo van a encajar después de un tiempo, cuando nuestra mente este despejada, o cuando se nos entreguen piezas nuevas que aun no han llegado. Nuevas experiencias de vida. Es curioso, algunas veces sentimos que podemos ver el tablero del rompecabezas de otra persona y percibir como una pieza está en un “supuesto sitio equivocado” o bien ver a simple vista alguna pieza suelta donde debe de encajar.  Y en nuestro deseo de ayudar a otro algunas veces podemos entorpecer su camino.  Es como el famoso caso de la oruga y de la mariposa, si está en estado de oruga y nosotros sacamos la piel que la protege del exterior seguramente no va a tener la fuerza necesaria en sus alas para volar y disfrutar el mágico mundo que le espera. Cuenta la historia que un día un mono llego hasta el rio que estaba cerca de su casa, y logro ver un maravilloso pez nadando y saltando en el agua, el mono en su infinita bondad decidió ayudar a ese otro animal que se estaba ahogando, y luego de muchos intentos por agarrarlo, al fin lo consiguió y lo saco del agua, fue hasta la orilla y lo coloco encima de la hierba verde al lado de un árbol.  Seguramente usted ya sabe cuál es el final de este cuento, ya debe saber que le paso al pez cuando fue sacado por el mono fuera del agua. Pues así nos pasa, muchas veces creemos que otros se están ahogando, y resulta que están en su estado natural. Aquí mi comentario es dejar de estar viendo y al pendiente de los rompecabezas de otros, no solucionarlo por ellos, si alguien me pide ayuda, ahí puedo compartir mis herramientas, compartir información, pero siempre recordando que cada uno está haciendo su tablero, unas palabras amorosas siempre es una buena medicina. El pájaro que nace enjauladoPiensa que los demás pájaros están perdidos. Esta forma de armar rompecabezas es muy personal, sé que hay personas que arman el rompecabezas con la misma metodología, pero he conocido personas que me dejan impresionados con su forma en cómo han desarrollado y completado sus rompecabezas, son personas que tienen otras habilidades y que han hecho uso de esas cualidades con una velocidad impresionante.  Hay concursos donde se reúnen a armar rompecabezas y en una oportunidad vi una persona que no separaba las piezas ni por color ni por su forma, tampoco le preocupaba si las piezas tenían líneas rectas, ella tenía una habilidad que sencillamente veía el conjunto de piezas y sus colores y las va tomando y encajando, algunas no calzan a la primera, pero después de volver a pasar su mirada en las piezas sueltas va consiguiendo una y otra, logrando identificar el match de cada una, al parecer su visión y su sistema de pensamiento le permite ver pequeños detalles en cada una de las piezas, diferenciar colores y tonos con una exactitud impresionante y descifrar los mínimos detalles en los bordes irregulares de las piezas. Es sorprendente ver como una persona puede armar rompecabezas con una facilidad enorme. Esa no es mi habilidad. Dicen algunos de mis amigos allegados, que quizás mi habilidad con el puzle es la paciencia, porque ellos no tienen esa paciencia de pasar meses, sentados un par de horas al día, frente a un tablero sin forma. En una oportunidad me diagnosticaron Discromía de los Colores, y cuando busque un poco de información al respecto, pues es un tipo de enfermedad derivada del Daltonismo.  En mi caso si puedo diferenciar el rojo del verde, pero no logro diferenciar los tonos de los colores, llegando incluso a confundir un morado con un azul oscuro, o un verde oscuro con un marrón.Es algo curioso, nunca me gusto hablar de ello, y se pensaba que yo no me había aprendido los colores, pero llego el día que, al realizarme un examen visual obligatorio para obtener mi licencia de conducir, y ese día el Doctor que me chequeaba, me remitió a un especialista y este me dio el diagnostico.  Solución, ninguna, aprender a vivir con ello y no hablar de colores en público. Fue mi sistema de defensa personal para que no conocieran de mi limitante visual. Hoy recordando ese evento me parece impresionante y curioso cómo me agradan los rompecabezas, donde los diferentes de matices de colores en mi perspectiva se confunden, pero al colocarlos uno al lado del otro puedo ver pequeñas diferencias, lo curioso es que mi aparente enfermedad visual no me resto paciencia ni deseo de armar los rompecabezas. Hace unos meses me emocione al ver un famoso programa de España donde el tema central del mismo fue el daltonismo y lo que sufren las personas con dicha enfermedad, incluso colocaron ejemplos en cámara de cómo ven los colores una persona con daltonismo y una persona sin daltonismo. Los ejemplos eran fantásticos, una carreta llena de frutas de todas las formas y colores, una pared llena de globos inflados y de muchos colores, entre otros, así como animales coloridos. El programa me emociono, incluso había momentos donde mostraban la pantalla compartida, la misma imagen repetida en ambos lados de la pantalla del televisor, pero una a full color y otra con el color que distingue una persona con daltonismo, confieso que algunas veces no logre percibir grandes diferencias. 

Luego de hablar de la parte científica y de hablar de las cantidades de personas que sufren de daltonismo, llegaron a mostrar un invento que han desarrollado para poder brindar una mejor calidad de vida y una experiencia asombrosa a nosotros los daltónicos. La tecnología no es invasiva, no requiere cirugía, es un par de lentes, que con tecnología y diferentes estados cromáticos en sus cristales, se conjugan para poder mostrar y filtrar el color que deben reflejar, en palabras más o palabras menos, mostrarle a una persona que sufre de daltonismo los colores reales del mundo que tiene en frente. El programa termina con un grupo de niños un bebe un adulto y un adulto mayor, que padecen de daltonismo y nunca habían usado los lentes, les mostraron todo el escenario que tenían en frente las frutas, los globos, los animales e incluso una pantalla con imágenes muy coloridas, y luego se colocaron los lentes que corrigen esa deficiencia visual, es emocionante poder ver sus gestos y su admiración ante todo una nueva gama de colores que se descubría delante de ellos. Y usted,¿Ya se colocó sus lentes para descubrir el mundo que tiene delante suyo?

Pero una de las visiones que me agrada mas trabajar es en mi visión interna del mundo interno/externo.  Me gusta aprender, conocer y saber en varios y variados temas.Así como esas personas en el programa de televisión que se colocaran los lentes y descubrieron una nueva gama de colores ante su vida, es como me he sentido a lo largo de estos años al poder colocar nuevos cristales ante mis ideas y pensamientos.  Hay ocasiones que uno puede leer una frase y esta hace un clic interno que nos cambia el panorama original que tenemos de una situación. Recuerdas alguna situación que debía resolver y en un instante aparece esa idea en su mente y uno siente la confianza y la seguridad que esa es la solución y el camino a seguir. Uno se emociona, lleva acabo la acción y resuelve el acertijo. Es como llegar al salón de clase, sentarse en el pupitre y encontrar un examen delante de uno, al dar una vista rápida a las preguntas, se esboza una sonrisa y una confianza interna que uno sabe las respuestas, o conoce las formulas para encontrar la respuesta a lo que están planteados en el problema. Así se va sintiendo la vida en la medida que vamos llenando ese rompecabezas que hemos llamado vida, nuestra experiencia del ser, ser uno mismo. Un estado de bienestar, alegría y sincronizado con todo lo que acontece dentro de nosotros y afuera de nosotros. La invitación de este escrito es llegar a ese estado, bien sea que nos toca colocarnos unos lentes nuevos, afinar la formula de los cristales que estamos utilizando o bien tener que hacer uso de una larga vista o binoculares para empezar a ver lo que necesitamos ver. Desde que nacemos empezamos a descubrir el mundo que tenemos a nuestro alrededor, comenzamos a identificar las partes que conforman nuestro cuerpo, la limitación que poseemos a través de nuestra piel, y los millones de sensaciones que el cuerpo, nuestro vehículo nos proporciona. A medida que vamos creciendo desarrollamos ideas y pensamientos basados en esas experiencias y sensaciones que hemos vivido, desde emociones y sentimientos que luego vamos identificando y dando nombre o carácter a los mismos, hasta esas situaciones que hemos atravesado y por alguna u otra razón hemos colocado en la caja de los recuerdos como agradables o favorables y no agradables o no favorables. Desde niños buscamos potenciar y replicar esas situaciones que nos agradan, empezamos a descubrir un mundo de sabores, un mundo de colores y nuestra mente se empieza a expandir con ideas, con conocimiento, conceptos, parámetros y muchos más El estado natural de un niño es estar feliz, desde el momento en que llega a los brazos de su madre, es el estado natural del ser humano, buscar la felicidad. Pero en un mundo cada vez con mayor acceso a la información, y la evolución propia que hemos vivido los seres humanos, en algunas etapas de nuestro desarrollo empezamos a perder identidad. Muchas veces buscando complacer, satisfacer, o cumplir con las normas que nos son dadas por nuestros guías, nuestros padres, los mayores, y lo que estemos viendo en la sociedad que nos rodea.  Empezando a dejar de lado algunas características propias de cada ser humano, individuales de cada ser, pero a su vez en ese autodescubrimiento de quien somos y que nos gusta. Por diversas razones, algunos logran ir encajando esas piezas del rompecabezas desde muy temprano en sus vidas, consiguiendo identificarse con su propio yo y hacer más de lo que le gusta, otros en cambio empiezan a callar ese deseo interno o esa inquietud que tienen por determinados temas o experiencias. En este camino de armar el rompecabezas ya hemos avanzado muchos años sin conocer completamente nuestras habilidades, nuestras fortalezas y nuestra fuerza interior que nos empuja por el deseo de realizar nuestra labor. Soy consciente de que no hay una guía para ser padres, así como tampoco hay un manual para armar el rompecabezas o el puzle de nuestra vida. A cada uno le fue otorgada una tarea, una imagen, una figura para armar. Estamos en un mundo dual, donde todo lo que usted piense, siente, ve o conoce tiene exactamente una misma posición diametralmente opuesta. Blanco negro, arriba abajo, mojado seco, limpio sucio, hombre, mujer. Todo en este plano tiene una posición opuesta, simplemente para lograr a través de la comparación decidir y escoger aquello que nos agrada, mostrar ambas caras de una moneda. Desde muy pequeño he tenido inquietudes sobre cuál es nuestra tarea, cual es el objetivo de estar aquí. No siempre hay una respuesta fácil, incluso hay muchas situaciones que podemos formular preguntas sin encontrar las respuestas.  Por ser la vida una maquinaria gigante contiene demasiada información para poder ser abarcada a través de una sola vida, a través de un conocimiento, a través de un ser humano.
Hay millones de funciones en el cuerpo humano, partiendo de ello, encontramos muchas especialidades en la medicina para poder comprender, conocer y buscar de ajustar esas funciones cuando no se encuentran bien calibradas y se manifiesta la enfermedad.

Así que imagine un momento, si para un ser humano es necesario diversificar su conocimiento en muchas especialidades médicas ya que una sola persona no puede asimilar toda esa información.  Algunos llegan a obtener mucha información y conocer mucho o un poco de mucho, pero una sola persona que sea especialista en todo y cada uno de los procesos no hay todavía.

Igual sucede en la naturaleza, son tantos factores, tantos fenómenos, tantos animales, tantos y tantos procesos biológicos, químicos, hidráulicos, energéticos, que no es posible conocerlos todos.

Sencillamente no hay una computadora o un ser humano que le pueda decir a usted, cual es su tarea en esta vida.
La experiencia de vivir es tan rica en vivencias, seres humanos, conocimientos, aprendizajes, y muchas más situaciones que atravesamos y experimentamos, que no es posible describirla simplemente con palabras. Estoy convencido que son los poetas quienes más se pueden acercar a través de las palabras a la explicación de una experiencia, de una sensación, de un sentimiento, seguramente los doctores pueden dar una explicación de la infinidad de procesos que se acontecen ante determinado evento, pero es solamente la experiencia que ha vivido cada ser lo que le da el conocimiento en sus células, en su sentir y en la apreciación del evento.
¿Cuánto hemos hablado del amor?Y aún no sabemos lo que es el amor.  Algunos pueden sentirse ofendidos ante esa afirmación que acabo de hacer, y es válido. Pero si le invito a que describa lo que es el amor, necesitamos varios libros para ello, y al fin de cuentas mucho de lo que llaman amor se basa en lo que recibimos de otra persona. Se ha conceptualizado y desgranado tanto el amor, en búsqueda de obtener amor, sentirlo y vivirlo, que nos hemos alejado de su fundamento. El amor no se explica, se vive. 

No podemos explicar un sentimiento, solemos explicar lo que ese sentimiento nos hace sentir.  Cambiare el ejemplo para buscar uno más neutral,

¿podemos explicar lo que se siente estar frente al mar
 y ver las olas llegar a la orilla?

Podemos explicar lo que vemos, lo que resuena en nuestra interior, describir muchas emociones, como se escucha, como lo percibe la piel, como lo vemos, pero esa emoción toda conjugado de lo que siente usted en su pecho, cuando trata de describirla, las palabras se quedan cortas.  Y hay personas que sus emociones son opuestas a la suya, cuando esta frente al mar. Por eso y muchas más razones es que no hay un libro, una computadora, un ser humano capaz de hacer el trabajo por otro, capaz de decir lo que está bien y lo que está mal. Si está usted buscando formulas matemáticas exactas para alcanzar el objetivo, no las hay, lamento llegar hasta aquí para darle esa noticia.  Pero si hay un vasto mundo de experiencias que le van guiando a descubrir eso que usted necesita y quiere. A cada uno nos han dado las herramientas necesarias para armar ese rompecabezas, ese puzle que le llamamos vida, o esa vida que yo le he llamado rompecabezas.

viernes, 25 de abril de 2008

Derrumbando puentes...

Los niños actúan sin la mente. A diario se sorprenden de la vida, ante las situaciones, de lo que ven, descubren, sienten. Pero a medida que van creciendo se van contaminando, aprenden conceptos, estructuras sociales, comportamientos aceptados y no aceptados, el debe y el no debe ser, lo bueno y lo malo. Pero mucho de todas esas palabras y aplicaciones la aprenden a través de las palabras de los mayores, con acciones, ejemplos, comportamientos. Y se van perdiendo entre lo que siente su alma, su corazón y lo que les dice su mente. Ahí es donde empieza la ruptura entre el ser y el soy.

Claro que un pasado nos puede ayudar a no repetir errores. Pero en muy pocas y contadas oportunidades aprovechamos la verdadera experiencia del pasado. Las experiencias vividas debemos tomarlas de base para ser creativos en nuestro día de hoy.
Por ejemplo, muchos niños se queman las manos al ponerlas encima de una estufa caliente. Algunos recuerdan con mayor intensidad ese episodio, y es probable que lo asocien con mucha facilidad a las palabras o las emocion3es sentidas por alguna reprimenda o atención especifica de un ser querido o un adulto que se encontrara a su lado en ese momento. Y tal vez más nunca vuelva a apoyar su manito en esa superficie. Pero también hay el niño que repetidamente la coloca, y repetidamente se quema.

Y podremos encontrar tantas “explicaciones para ese actuar, puede ser que se olvidara del pasado, puede ser que quiera llamar la atención, o que tal vez le encanta la sensación y el ardor.

El punto al que quiero llegar es que de niños no medimos las consecuencias, simplemente actuamos, claro que muchas veces sufrimos heridas, y tantas otras no solo físicas sino también emocionales. Pero eso no nos detiene. Pero a medida que crecemos llegan a sembrarnos a algunos de nosotros un sentido de no pertenencia, un sentimiento de rechazo, de no aprobación por las cosas que hacemos, decimos ó pensamos. Y eso nos desconecta del medio ambiente donde nos desenvolvemos, ocasionando en algunos casos el aislamiento total, en otros el cambio de nuestros patrones de comportamiento según las necesidades o exigencias de los mayores.

De adultos, y cuando digo adultos es simplemente por la edad que tiene el cuerpo o el documento de identidad, por que este no siempre acompaña a las emociones o al sentimiento. Podemos ser adultos en físico, mas unos infantes emocionales. Un maestro me enseño que la edad cronológica es muy difícil encontrarla en los seres humanos, que el si cree que exista, pero que solo la encontraba con casi toda seguridad en cualquier materia de este planeta como los animales, las plantas, las piedras, por que a su parecer en los seres humanos había una gran edad crono Ilógica. Por que encontramos un cuerpo con una edad, un espíritu con otra y unas emociones distintas a las anteriores.

De adultos muchas veces entramos en estados emocionales sorprendentemente desesperantes. Por que sentimos un gran vació dentro de nosotros que tratamos de llenar con muchas cosas, y en su totalidad cosas externas, objetos, sustancias, situaciones, tratando de callar la mente. Y en parte ahí es donde radica el problema, por que la mente solo nos da palabras para tratar de expresar lo que sentimos ó no sentimos. No aprendimos en algunos casos a llamar nuestras emociones por su verdadero nombre, a veces no conocemos los significados de las palabras, dándole así un mal uso o mala interpretación a lo que tratamos de expresar. Este gran vació, inconformidad, sensación de malestar, lo empezamos a llenar con segundos de supuesta felicidad, ya sea a través del consumo de alimentos en exceso, sustancias licitas o no, emociones fuertes, llenarse de objetos, compras compulsivas, o cualquier cosa que pueda acallar ese dialogo interno que nos incomoda y que nos dice, nos grita, nos atormenta diciéndonos que algo no esta bien. Esa vocecita es el Almá, el ser. Y con esto no digo que esta mal beber, comer, comprar, trabajar o buscar emociones fuertes, nada de eso, lo que trato es de resaltar algunas situaciones, por que definitivamente creo que deben y hay seres humanos que si vinieron a este mundo a hacer esas cosas. Otros vinieron a otras.

Como no existe nada bueno o nada malo, es esa voz interna la que nos va a dirigir en nuestro camino, cuando hacemos algo que en nuestro interior no se sintió tan bien, no nos agrado o lleno en su totalidad, sino que mas bien nos deja un sabor amargo, o hasta un dolor en el alma, es ahí donde debemos revisar nuestras acciones, es ahí donde nuestro ser interno, nuestro niño, nuestra alma nos dice que no debería ser ese el camino que cambiemos la dirección.

Mucho de ese sentimiento se debe a nuestras experiencias propias, no las aprendidas, más bien las vividas, que de algún modo nos mantienen atados entre el futuro y el pasado. Nos aleja del aquí y el ahora. Mantenemos la mente en el pasado recordando algo agradable, o peor aún recordando algún hecho doloroso, y la mente en el futuro esperando los momentos indicados para hacer o llegar a cabo alguna acción.

Muchas situaciones vividas en el pasado no nos permiten disfrutar del presente. Y la mayoría de las personas creen que son solo los errores del pasado, o las heridas, pues no, las buenas experiencias también nos pueden atar y no permitirnos disfrutar del presente. Pondré un ejemplo, si en el pasado vivimos una relación de pareja, o alguna situación con los seres queridos que nos lleno de regocijo, puede ser el ver a orilla de la playa un precioso atardecer, y hoy nos encontramos en similitud de situación pero las personas que nos acompañan no son las mismas, y aun así esperamos que la sensación que podamos experimentar sea igual a la primera, nos perderemos de la belleza que este atardecer nos brindara el día de hoy.

Por que nuestra mente se fue al pasado y se quedo anhelando repetir una experiencia que no se va a volver a repetir. Uno de los mayores obstáculos es que nada se repite. Lo único que repetimos una y otra vez es lo que guardamos en nuestra mente.

La vida es cambiante, nunca ninguna situación será igual a la anterior. Debemos romper los puentes mentales que nos atan al pasado y empezar a vivir el día de hoy. Descubrir a diario la belleza de la vida. Descubrir a diario la sensación de vivir, de respirar, olvidar todos los recuerdos, todos los conceptos y disfrutar ese beso que te da la pareja, la persona amada, como si fuera la primera vez.

Te has dado de cuenta que cuando comienzas una actividad que nueva o desconocida en tu vida empiezas con un animo enorme y sorprendente, una vitalidad embriagadora. Una emoción que desarrolla nuestra creatividad. Y en la creatividad hay vida.

Todo cumple un ciclo, y dentro de esos ciclos hay más ciclos, uno dentro de otro. Nunca te acostumbres a ninguno, por que todo cambiara. Cuando te sientas seguro en algo, sucederá. Sucederá que algún agente externo llegara y derrumbara tu seguridad. Puedes tener 30 ó 40 años con la misma mujer, y tal vez en ese momento que te sientes plenamente seguro por que ella seguirá ahí, de seguro ella se ira. Y para irse no es necesario abandonar con el cuerpo el sitio donde nos encontramos.

Así que además de poder disfrutar cada día como lo único que tenemos además nos ayudara a no aferrarnos a lo que tenemos, o creemos tener, nos ayudara a entender y sentir que en cualquier momento todo puede y de seguro cambiara.

Las personas mueren, todo ser vivo muere. Mis necesidades de hoy no serán las de mañana. Las mayores realidades de esta vida son las que mas cuestan aceptar. Por que tenemos muchos factores que nos hacen creer que somos únicos, y si lo somos, pero también formamos parte de un complejo, de una totalidad.

Cuando nos hacemos conscientes de que un pequeño cambio puede modificar toda la existencia, empezamos a valorar y saborear las cosas mejor. Cuando aprendo que la mujer que hoy esta a mi lado, en segundos la puedo perder, empiezo a disfrutar de ella, de su totalidad. De cada una de sus acciones agradables o no. De cada una de sus ideas, sus expresiones, sus sentimientos y pensamientos.

¿Sabias que un poco mas de oxigeno, o un poco menos, y nos podemos morir? Podemos perder algunas funciones corporales a las cuales estamos acostumbrados y que de seguro ni siquiera estamos conscientes de que existen o de cómo actúan. ¿Sabias que un poco mas de azúcar en la sangre, o un poco menos puede tener el mismo resultado? Entonces. Siendo tan frágiles, ¿Por que nos creemos todopoderosos? ¿Por qué no disfrutar este momento, sea de alegría, sea de angustia o dolor?

Atrevámonos a experimentar, a probar, a cambiar, a disfrutar. ¿Qué es lo peor que pueda sucederte si decides vivir tu vida hoy?

viernes, 22 de febrero de 2008

Conciencia

La Real Academia Española define conciencia como sigue (Del lat. Conscientĭa ).
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. 2. f. Conocimiento interior del bien y del mal. 3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas. 4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto. 5. f. Psicol. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.


Muchas veces los caminos que nos llevan a “tomar conciencia” son los caminos del dolor. Me atrevo a asegurar que casi nadie analiza sus emociones o sentimientos en estados de euforia, alegría, o tranquilidad. Son los estados anímicos como la desesperanza, el dolor, la angustia, el sufrimiento lo que nos coloca en una introspección propia de cada ser humano que nos hace llegar a los niveles de conciencia de nuestros actos, nuestras emociones y si llegamos a profundizar nos podemos hacer conscientes de nuestros pensamientos. Y tenemos la creencia y percepción que acto, sentimiento e ideas no están ligados. Creemos que son entes individuales que llevamos con nosotros. Ni nos damos cuenta que somos producto de lo que pensamos. Si me preguntan ¿las situaciones que vivimos nos pueden forjar determinada forma de pensar? Si. Pero nos quedamos en ese estado, llegamos a vivir basados en lo que aprendimos o vivimos en el pasado, comparándolo a cada instante con lo que estamos viviendo en el presente lo cual nos genera un estado de angustia dependiendo de las situaciones pasadas, fueron agradables o no.

Cuando atravesamos una situación de dolor o de desagrado, podemos acceder a nuestro Yo interno, que nada tiene que ver con el ego, y llegamos a encontrar cualidades o atributos que desconocíamos en nosotros mismos. Y dentro del estado de inconciencia llegamos a solucionar lo que podemos solucionar, y pasado el dolor se nos olvida que esa cualidad esta ahí. Situaciones en la vida que nos llevan (seguramente a la fuerza) a modificar patrones de comportamiento, de pensamiento, de valores, y sin darnos cuenta estamos modificando algo en nuestro carácter y nuestro pensamiento que modificara nuestra conducta.

Pondré un ejemplo. Si soy una persona con ciertos “valores” y lo coloque entre comillas, por que los valores morales son simplemente modificación culturales, normas pre establecidas de la sociedad donde nos desarrollamos que nos inculcan y enseñan que debemos ser de tal o cual manera, pero que nunca nos enseñaron en base a nuestra experiencia, sino en base a la experiencia de otro. En esta área busco moverme dentro de la amoralidad. Es diferente a moral o inmoral, es diferente a sin moral. Tengo mi propia moral. Así como hay bueno hay malo, con moral, sin moral. Yo busco mi centro.

Esta persona moralista y pendiente de hacer el bien, no por su forma intrínseca de ser, sino por que quieren que los vean como seres humanos “buenos”. Y en la sociedad en que vivimos desean que su hija ó hijas se casen antes de tener relaciones sexuales, y vivan con su esposo antes de quedar embarazadas. Imaginémonos que sucedería si su hija sale embarazada del novio. El padre entraría en un estado emocional de shock, donde su acto inmediato es probablemente de insultar a la hija y de etiquetarle según lo que el desea y lo que el siente. Y es muy probable que en el tiempo luego de su reacción inicial, se serene, llegando a apoyar a regaña dientes y contra su voluntad a su hija en ese proceso de vida.

Soy del pensamiento en el cual la vida te va enseñando el camino, y te da las situaciones vivénciales para lograr ser mejores personas y desarrollar la parte espiritual de cada uno de los seres humanos que aquí vivimos. La vida nos lleva y confronta con situaciones que nos ponen de frente con nuestros propios conceptos. Y cuando mas sufrimos ó decidimos sufrir, es con nuestros conceptos más caducos y arraigados que poseemos dentro de nosotros mismos. Esos que muchas veces nadie puede llegar a darte un concepto distinto por que es inaceptable. Y que la vida simplemente te va diciendo cambia ese pensamiento.

Cuando podemos darnos cuenta de lo que nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestros pensamientos están haciendo con nosotros, podemos decidir. Ahí radica el estado de la llamada conciencia. Estar alertas a nosotros mismos, acceder a ese código de información que tenemos intrínseco a cada ser humano, salir de mi mismo y ver lo que yo pienso y siento. Eso me acerca a la conciencia.

Pero me encuentro con muchas barreras, ya que no fui educado ni aprendí de esa forma. Aprendí a negar los sentimientos que no me agradan, las situaciones que me incomodan, aprendí que debo ser autosuficiente para todo. Y fueron las situaciones de vida que me llevaron de la mano del dolor, a empezar a revisarme, a dejar de ver hacia fuera y empezar a ver hacia adentro. En un principio solo podía ver, luego reconocer, hasta que tuve que buscar soluciones.

Ahí fue donde me empecé a percibir, empecé a tener conciencia de mí. Y una vez que accedes a esa información y estado no puedes salir. Y no se trata de querer Salir, es que en determinados momentos no queremos ser conscientes, queremos volver a nuestros estados enfermos de comportamientos y conductas que nos aportan cierta seguridad o nos suavizan la situación, por que buscamos lo conocido.
Ahí radica el libre albedrío, esa es la libertad del ser humano, ser conciente de si mismo, y decidir basado en su propia conciencia.

¿Estas conciente de tus temores?
¿Eres conciente de tus virtudes?
¿Eres conciente de todo tu cuerpo? ¿Qué sientes? ¿Qué piensas? ¿Cómo están los dedos de tus pies? ¿Sabes que zapatos llevas puestos? ¿Sabes que ropa interior te pusiste hoy?

Por ahí empieza la conciencia, cuando tienes toda tu atención en cada una de las cosas que haces. Cuando tus pensamientos y emociones están en lo que haces ahora. Te puedes perder a cada segundo, pero retoma tú ahora. Olvídate del ayer, no sueñes con el mañana. Se consciente de cada segundo, de cada hora, de lo que estas hacendó, de lo que tu cuerpo te esta diciendo. Tu cuerpo es mas conciente que tu. Escúchalo, atiéndelo. Es tu mejor aliado para saber que te ocurre ahora y aquí.

El Elefante En la Sala

Esta historia la escuche hace años. Y cada día se hace mas palpable que vivimos de esa forma.

Y es que como seres humanos que vivimos dentro de sociedades con condicionamientos y parámetros, muchas veces aprendemos a negar lo que sucede en nuestras vidas. Tenemos tendencia a pensar o creer que si algo esta mal y no lo vemos va a desaparecer o solucionar por si solo sin que tengamos que hacer nada. Y es aquí donde entra el famoso elefante. Tenemos problemas familiares o de cualquier índole y los negamos, no queremos hacerle frente, colocando de esa forma el problema que todos ven y conocen seguramente como un elefante de tamaño real en la sala de nuestras casas, y poco a poco este elefante va cambiando de color, de rosado a morado, (el problema va empeorando) llegando a ponerse rojo y como es normal creciendo, cada día mas grande. Y hacemos como que no esta, es mas nos sentamos en la sala y lo vemos pero actuamos como si no estuviera ahí. Si por casualidad nos llega una visita y comparte con nosotros, y se le ocurre hacer algún comentario o pregunta sobre el elefante, nos ofendemos, y llegamos a botar a ese amigo de la casa, le cerramos la puerta.

Ese elefante va crecer y crecer hasta que llegado el momento va a explotar y salpicar todo. así somos, no queremos ver el elefante, y si en un principio le damos la atención que merece, quizás no se va de la casa, pero por lo menos no va a crecer hasta llegar al punto de explotar. Pero tiendo a dejarlo ahí, o bien hasta que me canso de verlo, o bien hasta que explota. Debemos de sacarnos el velo que cubre nuestra visión y buscar las soluciones necesarias para enfrentar las situaciones que atravesamos. Es como estar enfermo, si nos duele buscamos soluciones inmediatamente, si nos molesta dejamos que siga su camino, si no lo sentimos físicamente hacemos que no existe.

Podemos sufrir de diabetes, neurosis, mala circulación, problemas en la sangre, y no los sentimos, pero ahí están. enfermedades silenciosas cuya manifestación muchas veces no es palpable o visible. y por que no las vemos ¿no existe? el aire no lo vemos, pero lo sentimos, sabemos cuando una brisa fresca nos toca la piel, ¿ te atrevías tú a negarlo? solo por que no lo ves.

Y no es dificil buscar ayuda, lo dificil es aceptar que no pudimos solucionarlo. Pero es que si admitimos que no podemos se soluciona muchas cosas, por que si somos conscientes de que no debemos saberlo todo, ni podemos hacerlo todo, la mitad de las situaciones que me aquejan de seguro desapareceran o se solucionaran siempre y cuando les aplique acción mas que negación.

jueves, 4 de octubre de 2007

Formas de pensar....

"YO PENSABA QUE PENSABA POR QUE PENSABA MUCHO....... PERO MUCHAS BOBADAS"

Muchas veces nos volvemos obsesivos con una idea fija, sobre todo en aspectos que alteran o perturban nuestros dias, situaciones las cuales escapan de nuestras manos y control. Creemos que podemos controlar algunas cosas, como el comportamiento de los demás, o su forma de actuar y pensar, y cuando no lo conseguimos nos alteramos, llegamos a volvernos absesivos ante determinada situación con un pensamiento que nos da vueltas y vueltas en nuestra mente sin detenerse, sin parar, y cada minuto que pasa se vuelve mas fuerte, empezando a imaginar las cosas mas iverosimiles que pueden suceder. Pongamos un ejemplo sencillo, alguien querido por nosotros tiene una rutina de llamarnos a determinada hora durante el dia, y así lo ha hecho durante años. Pero un día no lo hace, empezamos a sentir la falta de esa llamada, y nos preguntamos que pudo haber sucedido para que la llamada no se realizara. En algunas personas empieza a aparecer pensamientos de angustia o peligro, y estos se acompañan con su sentir y se manifiestan en su cuerpo de muchas formas. Pueden llegar a pensar ue la persona se murio, sufrio un accidente, esta con otra persona, etc. Y estos van produciendo mas y mas pensamiendtos dañinos a nuestro sistema, encadenandose uno con otro, llegando a imaginar exactamente en que curva con que vehiculos y de que forma sucedio la catastroe en nuestra mente que impidio que esa persona se comunicara con nosotros. Para luego al final del dia o al siguiente, encontrar a la persona tranquila, diciendonos o explicandonos que no se comuncio por que no tenia bateria en el celular, o se quedo sin saldo, o se quedo dormido.

¿De que nos sirvio tanta angustia, desespero y fijación?
Simplemente para deteriorarnos, cansar nuestro cuepo y mente, desarrollar enfermedades, somatizar los pensamientos.

Debemos aprender a no hacer suposiciones, dejar de imaginar las cosas hasta no tener los suficientes datos como para hacer un buen analisis.
Dejar de tomarnos las situaciones que ocurren a nuestro alrededor de una forma personal, como si todo funcionara solo por el hecho de estra presentes, o que es algo directamente contra nosotros.

Son dos aspectos que estan muy ligados a nuestro EGO, a nuestra forma de pensar errada, que nos distorsiona la verdad y solo podemos ver o distinguir nuestra verdad, sin aceptar el otro punto de vista o ver mas alla de lo que creemos es la totalidad del evento.
Cuando aprendemos a dejar a un lado el ego, esas ideas que nos hacen sentir unicos, especiales, sin defectos, que todo lo sabemos y que estamos por encima de los demás, podemos empezar a apreciar la totalidad del suceso, y llegar a obtener una visión mas larga, menos corta, menos obtusa, menos centrada en nosotros mismos, desarrollando asi mejores relaciones, con nostros mismos y con quienes nos rodean.

Despreocupate, todo va a estar bien, aun cuando no puedas ver, aun cuando creas que no esta como tu quieres que este.

jueves, 13 de septiembre de 2007

VIVE EL PRESENTE

VIVE EL PRESENTE

Todo lo que piensas y sientes es un reflejo de tu pasado, refleja lo que eres. Si deseamos sentir amor, compasión, confianza, verdad, debemos buscar dentro de nosotros y seguir el sendero de las respuestas actuales. Quien no se siente amado podrá encontrar el amor en su forma más pura, pero para ello deberá abrirse paso entre las capas de resistencia que se han adherido a él durante el pasar de los años. Tus emociones actuales son un reflejo de todos tus recuerdos, son las huellas del pasado.

Cada vez que vivimos una experiencia en el hoy, nuestra respuesta condicionada es producto de nuestro pasado, tus reacciones son recuerdos condicionado de lo que has vivido. Eso te saca del presente. No vives el aquí y el ahora.

Por lo menos estamos conscientes de que estamos reaccionando en el día de hoy. Una emoción es el origen de un pensamiento ligado a una sensación. Sientes algo y lo racionalizas, Lo llevas a la mente y esta de forma automática, funciona por asociación y busca en los archivos las sensaciones y situaciones que recuerdan este evento, y reaccionamos según lo que hicimos o dejamos de hacer en nuestro pasado. La reacción es acción sin análisis, es una respuesta condicionada por nuestros miedos.

Cuando somos niños nuestras emociones están ligadas con sensaciones físicas, si nos mojamos, lloramos, al golpearnos también. Pero a medida que vamos creciendo y vamos contaminando ese niño interno con conceptos y definiciones, mas patrones de comportamiento sociales (según nuestro desarrollo) perdemos contacto con nuestro ser,
Nuestra mente no conocía palabras de bueno o malo, aceptable o no aceptable. En la medida que crecimos, aprendimos palabras y estructuras de pensamientos e interpretaciones mas complejas, cuando en la etapa adulta empezamos a negar emociones, la mente busca en el saco de los recuerdos las interpretaciones a lo que sentimos o racionalizamos lo que sentimos, enviándonos al pasado y al futuro constantemente, veremos el momento presente y la emoción pura.

Si despojamos de conceptos a las emociones encontramos dos básicas y puras, dolor y placer. Todas las emociones podemos englobarlas en algunas de estas dos. Todos buscamos el placer y evitamos el dolor, pero en esa búsqueda nos introducimos en complejos e intricados mensajes de la mente llevándonos a perdednos de la emoción en su estado natural, y con los pensamientos podemos cambiar lo que Racionalmente sentimos. Lo ocultamos, lo interpretamos, lo racionalizamos por nuestras experiencias y valores.

Cuando nos enredemos en explicar lo que sentimos, nos perdemos en estados emocionales muy intrincados, que están sujetos a un sin fin de emociones del pasado.
Aquí entramos en un ciclo emocional que nos va arrastrando y perjudicando, llevándonos y dejándonos atado al pasado con la culpa y el resentimiento. Un modelo del ciclo de emociones es el siguiente:

El dolor de hoy lo experimento como una ofensa.
El dolor del pasado lo recuerdo con enojo y rencor.
El dolor del Futuro lo siento como ansiedad.

Cuando estoy en el pasado, la ofensa se vuelve enojo, al no expresarlo, me lo trago, me quedo resentido, y a eso se le llama culpa.
Cuando el enojo va hacia uno mismo, genera la depresión.

El sufrimiento acumulado durante nuestra vida nos produce una amplia variedad de malestares psicológicos. Las heridas que sepultamos se convierten en enojo, rabia, ansiedad, culpa y depresión.

Este sufrimiento que enterramos, se van acumulando, van creando capas de dolor una sobre otra, La mejor forma (por no decir la única) es tratar de averiguar cual es la acción que hiere y produce el dolor, resolver la situación y avanzar. Vivir en el día de hoy, necesita tener la honestidad y el coraje de evitar las emociones fáciles, (el enojo), y sacar el dolor, exponerlo al sol, ya que esto es lo más difícil. Cuando no resuelvo el dolor en el presente, este se acumula, y empeora llegando a la ansiedad, la crueldad, culpa y depresión.

Es fácil decir me enoje por lo que has hecho o dejaste de hacer. Pero ¿en verdad es por esa acción? Ó ¿hay alguna experiencia en mi pasado relacionado a lo que siento hoy? Y es probable que mi respuesta, reacción en el hoy se deba a lo que hice o deje de hacer en el pasado, se convirtió en enojo y lo saco hay aquí contigo. Pero eso no resuelve la raíz de mi enojo, por que la reacción de hoy es producto del pasado, y no puedo hacer nada con mi pasado, solo aprender y resolverlo, para no herirme más, a los que me rodean y a aquellos que reflejan quien soy.

Comprende que el dolor es el sentimiento básico negativo. No puedes estar en el presente sin atreverte o arriesgarte a ser herido.
Siente lo que estas sintiendo, no lo niegues, no lo reprimas, no lo ocultes, por que ello te llevara al enojo.
Habla lo que sientes con la persona que ha provocado ese dolor. Expresa el dolor.
Resuelve tu emoción, escucha lo que te puede decir la otra persona, quizás no era su intención herirte. El también tiene un pasado y unas heridas. Resuelve el conflicto y sigue adelante con tu vida. No te enganches con lo sucedido.

Este ejercicio en sus momentos oportunos, aplicarlo resolverá la situación y te proporciona la libertad de dejar de sufrir, de avanzar, de libertad y vivir el día de Hoy, vivir el presente. Una vez que te encuentres en el presente puedes seguir el rastro de tus emociones, hasta llegar a la raíz de tu reacción, y esa raíz esta en tu pasado, pero a su vez el resolver el conflicto te conduce hasta tu centro, hasta tu SER, encontrando amor, compasión, verdad. Tu verdad. Tu verdadero TU.