jueves, 13 de septiembre de 2007

VIVE EL PRESENTE

VIVE EL PRESENTE

Todo lo que piensas y sientes es un reflejo de tu pasado, refleja lo que eres. Si deseamos sentir amor, compasión, confianza, verdad, debemos buscar dentro de nosotros y seguir el sendero de las respuestas actuales. Quien no se siente amado podrá encontrar el amor en su forma más pura, pero para ello deberá abrirse paso entre las capas de resistencia que se han adherido a él durante el pasar de los años. Tus emociones actuales son un reflejo de todos tus recuerdos, son las huellas del pasado.

Cada vez que vivimos una experiencia en el hoy, nuestra respuesta condicionada es producto de nuestro pasado, tus reacciones son recuerdos condicionado de lo que has vivido. Eso te saca del presente. No vives el aquí y el ahora.

Por lo menos estamos conscientes de que estamos reaccionando en el día de hoy. Una emoción es el origen de un pensamiento ligado a una sensación. Sientes algo y lo racionalizas, Lo llevas a la mente y esta de forma automática, funciona por asociación y busca en los archivos las sensaciones y situaciones que recuerdan este evento, y reaccionamos según lo que hicimos o dejamos de hacer en nuestro pasado. La reacción es acción sin análisis, es una respuesta condicionada por nuestros miedos.

Cuando somos niños nuestras emociones están ligadas con sensaciones físicas, si nos mojamos, lloramos, al golpearnos también. Pero a medida que vamos creciendo y vamos contaminando ese niño interno con conceptos y definiciones, mas patrones de comportamiento sociales (según nuestro desarrollo) perdemos contacto con nuestro ser,
Nuestra mente no conocía palabras de bueno o malo, aceptable o no aceptable. En la medida que crecimos, aprendimos palabras y estructuras de pensamientos e interpretaciones mas complejas, cuando en la etapa adulta empezamos a negar emociones, la mente busca en el saco de los recuerdos las interpretaciones a lo que sentimos o racionalizamos lo que sentimos, enviándonos al pasado y al futuro constantemente, veremos el momento presente y la emoción pura.

Si despojamos de conceptos a las emociones encontramos dos básicas y puras, dolor y placer. Todas las emociones podemos englobarlas en algunas de estas dos. Todos buscamos el placer y evitamos el dolor, pero en esa búsqueda nos introducimos en complejos e intricados mensajes de la mente llevándonos a perdednos de la emoción en su estado natural, y con los pensamientos podemos cambiar lo que Racionalmente sentimos. Lo ocultamos, lo interpretamos, lo racionalizamos por nuestras experiencias y valores.

Cuando nos enredemos en explicar lo que sentimos, nos perdemos en estados emocionales muy intrincados, que están sujetos a un sin fin de emociones del pasado.
Aquí entramos en un ciclo emocional que nos va arrastrando y perjudicando, llevándonos y dejándonos atado al pasado con la culpa y el resentimiento. Un modelo del ciclo de emociones es el siguiente:

El dolor de hoy lo experimento como una ofensa.
El dolor del pasado lo recuerdo con enojo y rencor.
El dolor del Futuro lo siento como ansiedad.

Cuando estoy en el pasado, la ofensa se vuelve enojo, al no expresarlo, me lo trago, me quedo resentido, y a eso se le llama culpa.
Cuando el enojo va hacia uno mismo, genera la depresión.

El sufrimiento acumulado durante nuestra vida nos produce una amplia variedad de malestares psicológicos. Las heridas que sepultamos se convierten en enojo, rabia, ansiedad, culpa y depresión.

Este sufrimiento que enterramos, se van acumulando, van creando capas de dolor una sobre otra, La mejor forma (por no decir la única) es tratar de averiguar cual es la acción que hiere y produce el dolor, resolver la situación y avanzar. Vivir en el día de hoy, necesita tener la honestidad y el coraje de evitar las emociones fáciles, (el enojo), y sacar el dolor, exponerlo al sol, ya que esto es lo más difícil. Cuando no resuelvo el dolor en el presente, este se acumula, y empeora llegando a la ansiedad, la crueldad, culpa y depresión.

Es fácil decir me enoje por lo que has hecho o dejaste de hacer. Pero ¿en verdad es por esa acción? Ó ¿hay alguna experiencia en mi pasado relacionado a lo que siento hoy? Y es probable que mi respuesta, reacción en el hoy se deba a lo que hice o deje de hacer en el pasado, se convirtió en enojo y lo saco hay aquí contigo. Pero eso no resuelve la raíz de mi enojo, por que la reacción de hoy es producto del pasado, y no puedo hacer nada con mi pasado, solo aprender y resolverlo, para no herirme más, a los que me rodean y a aquellos que reflejan quien soy.

Comprende que el dolor es el sentimiento básico negativo. No puedes estar en el presente sin atreverte o arriesgarte a ser herido.
Siente lo que estas sintiendo, no lo niegues, no lo reprimas, no lo ocultes, por que ello te llevara al enojo.
Habla lo que sientes con la persona que ha provocado ese dolor. Expresa el dolor.
Resuelve tu emoción, escucha lo que te puede decir la otra persona, quizás no era su intención herirte. El también tiene un pasado y unas heridas. Resuelve el conflicto y sigue adelante con tu vida. No te enganches con lo sucedido.

Este ejercicio en sus momentos oportunos, aplicarlo resolverá la situación y te proporciona la libertad de dejar de sufrir, de avanzar, de libertad y vivir el día de Hoy, vivir el presente. Una vez que te encuentres en el presente puedes seguir el rastro de tus emociones, hasta llegar a la raíz de tu reacción, y esa raíz esta en tu pasado, pero a su vez el resolver el conflicto te conduce hasta tu centro, hasta tu SER, encontrando amor, compasión, verdad. Tu verdad. Tu verdadero TU.

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