Armemos
el rompecabezas Vivimos en dos mundos muy diferentes y en un mismo instante
están manifestados en ambos, Anaïs Ninn comenta:el mundo es según mi perspectiva, cuando lo veo.
Y es exactamente así, el mundo es lo que usted interpreta de
lo que está viendo, sintiendo y percibiendo, por ello cada cabeza es un mundo
porque cada uno de nosotros lo ve a su manera influenciada por las experiencias
y el conocimiento previo que hemos acumulado al vivir. De ahí sale la idea que son dos mundos, un
mundo social que está afuera de nosotros, ese mundo que tenemos y compartimos
ideas, que nos influye, que es tangible y que está ahí donde estamos todos. Y
esta el mundo que cada uno de nosotros llevamos adentro, lo que pensamos, lo
que sentimos, lo que deseamos. Podemos colocar un ejemplo, un lago, la superficie del lago
es lo que muestras, lo que está a la vista, es nuestro mundo social, nuestro
entorno, pareja, trabajo. Y el lago en si es nuestro ser, al sumergirte cambia
la perspectiva, la emoción, el sentir, la visión. Una cosa es la superficie
otra la profundidad, pero ambos están enlazados y conviven, son uno con el
otro. Eres uno lo que piensas, otro lo que haces y ambos te identifican y te
hacen único. Pues bien, muchas veces no compartimos lo que estamos pensando
y sintiendo, solo para encajar en determinado espacio que estamos compartiendo
con otros, o por no sentir rechazo, incluso quizás por no estar muy convencidos
de eso que pensamos o sentimos. Muchas
veces nuestro mundo exterior no está en sintonía con nuestro mundo interior, en
mayor o menor grado, con más o con menos similitudes entre ellos. Estos dos mundos se sienten, se piensan, uno
de esos mundos es en donde estas, el otro mundo es en donde debes estar. Suele decirse que debemos ser congruentes entre lo que
decimos y hacemos, mejor es ser congruente entre lo que sentimos y hacemos, y
así encuentras a muchas personas en el mundo que tienen un brillo especial al
ser ellos mismos en toda su esencia.
¿Alguna vez lo has
pensado o sentido?
El hecho de sentir que estas en un lugar pero que quieres y
sientes que debes estar en otro, y no sabemos muy bien como sucedió, ni cómo
hacer para llegar hasta donde debemos estar. Lo que encuentro es que cuando me
siento bien con lo que estoy haciendo, no siento esa dualidad o esos dos
escenarios diferenciados, cuanto estas en la zona (estado de flujo) ambos
espacios se acompañan, son uno solo, es como una pieza del rompecabezas que
encuentra su sitio ideal. El camino y las formas para encontrar que ambos mundos se
encuentren son muchos, no hay formulas, no hay mapas pre diseñados, no es un
mueble de IKEA que compras y viene con un manual para ser armado, la caja donde
viene el paquete llamado “Ser” trae todo lo que necesitas para armar la vida
que deseas, trae fuero interno,
intensidad, gusto, deseo, pasión y muchas más. Por ello asocio mucho la vida con un rompecabezas de millones
de piezas, al momento de nacer se abre la oportunidad de ver por primera vez
cada una de las piezas, y no sabemos que vamos a hacer con ellas, pero estamos
emocionados con cada una de las que podemos ver, distinguimos rápidamente esas
que tienen un lado liso, que representan los bordes de la imagen que vamos a
armar, y unas cuantas que tienen dos lados lisos y dos lados con forma no definida,
muchas veces me gusta pensar que estas piezas que forman las esquinas son
nuestros padres, ya que siempre que yo armo un rompecabezas (es una de mis
aficiones favoritas, llevo unos cuantos en mi haber) comienzo ubicando las que son lisas o rectas
por uno de sus lados y entre ellas aparecen las esquinas. Procedo a buscar la
forma de cómo encajan a la perfección manteniendo el orden de la línea recta,
el color, los tonos y las sombras que corresponden en cada una, y desde ahí
comienzo armando el marco del rompecabezas.
Comencé por el exterior, luego sigo delimitando las mismas colocando mas
y mas piezas en la línea externa acercándome cada vez más al centro y percibiendo
mejor el cuadro en su totalidad. Pues bien, me gusta pensar que así fue mi vida, nací,
descubrí todas las piezas que había para colocar e ir armando la imagen y el
panorámico lienzo de quien soy, el cuadro es quién soy, no es lo que hago, no
es el papel social, no es mi trabajo, todo eso está formando quien soy, el
cuadro es mi alma, mi ser, mis formas. Y
cuando llegue a esta vida mis padres son las esquinas de ese cuadro, soporte,
dirección, guía, punto de partida, limites, dan estructura al ser, mis hermanos
y demás familiares son esa línea que va recorriendo a lo largo del camino que
van formando el cuadro, y de ahí en adelante empiezo a caminar, encuentro
piezas importantes que me ayudan a formar el cuadro, mi cuerpo, empiezo a tener
control sobre él, luego al estar aprendiendo en clases empiezo a diferenciar más
y más piezas. Son horas de ensayo y error, son colocar muchas piezas que
nos parecen que encajan junto a otra pieza, pero al acercarlas entre sí, nos
percatamos que debemos hacer mucha fuerza, cambiar alguna de sus formas, o que
encajan pero que quedan espacios vacios, pasa la luz entre ellos, así que no
calza a la perfección, por ello no son match. Algunas veces podemos identificar
unas formas muy curiosas que enseguida conseguimos su puesto y su match. Así voy por mi vida, en la medida que voy avanzando se me van
otorgando, descubriendo o encontrando nuevas piezas, y el paisaje o la pintura
no cambia, simplemente adquiere un nuevo color, adquiere una nueva
identidad. El cuadro que arme en mi
infancia sigue estando presente en el cuadro (puzle) que estoy armando el día
de hoy, pero desde aquí aquella imagen se recibe distinto a como estaba en su
momento. Muchas veces queremos correr en el tiempo y llenar nuestro
cuadro de forma rápida, de alguna forma sentimos nos quedamos atrás, no sé de
quién vamos detrás, porque tampoco es una competencia, pero empezamos a
comparar nuestro avance en relación con otras personas. Otras veces empezamos a copiar la imagen de
otro, porque nos parece que su cuadro de vida es más bonito, más interesante,
más atractivo o simplemente nosotros queremos tener y ser ese cuadro. No confundamos modelar con copiar. Podemos modelar el
comportamiento de otro, inspirarnos en lo que nos agrada de otra persona y
hacer que esto florezca en nosotros, pero sin dejar de ser uno mismo. En este aprender muchas veces se busca tanto
ser el otro que dejamos de ser nosotros, y la gente lo percibe, se ve cual es
la copia. Pondré el ejemplo de los músicos y cantantes. A cada uno de
ellos que he podido apreciar en alguna entrevista que les hacen, muchas veces
le preguntan por su pasado y quienes fueron su inspiración, suelen responder,
casi todos, de donde viene su estilo o sus ideas y nombran a esas otras
estrellas y cantantes famosos que ellos escuchaban y disfrutaban con sus
canciones, incluso con géneros musicales diferentes. Y a estos artistas se les puede sentir un
matiz en su acción, en sus letras, pero siempre son ellos mismos sin estar
imitando a sus ídolos o sus motivadores / inspiradores. Son esa parte del
modelaje. Hay personas que me agradan como se expresan, su voz, su cadencia, su
velocidad al hablar y su seguridad mientras lo hacen, yo sin deseo de copiarlos
ni imitarlos procuro que mi ser, que mi persona, al hablar y expresarse se
acerque a esa forma que me agrada escuchar, sin dejar de ser yo. En este rompecabezas que estamos armando día a día, muchas
veces lo dejamos sobre la mesa, se nos olvida volver un rato y colocar un par
de piezas, incluso pasaran muchos días donde nos podemos sentar frente al
rompecabezas y luego de horas no colocar ni una pieza, pero no por ello vamos a guardarlo y dejarlo
abandonado, bueno si he visto casos que lo hacen pero no es ese nuestro
caso, también debemos descansar y no
buscar de armar con la misma perspectiva que siempre los armamos. Hay piezas
que solo van a encajar después de un tiempo, cuando nuestra mente este
despejada, o cuando se nos entreguen piezas nuevas que aun no han llegado.
Nuevas experiencias de vida. Es curioso, algunas veces sentimos que podemos ver el tablero
del rompecabezas de otra persona y percibir como una pieza está en un “supuesto sitio equivocado” o bien ver a
simple vista alguna pieza suelta donde debe de encajar. Y en nuestro deseo de ayudar a otro algunas
veces podemos entorpecer su camino. Es
como el famoso caso de la oruga y de la mariposa, si está en estado de oruga y
nosotros sacamos la piel que la protege del exterior seguramente no va a tener
la fuerza necesaria en sus alas para volar y disfrutar el mágico mundo que le
espera. Cuenta la historia que un día un mono llego hasta el rio que
estaba cerca de su casa, y logro ver un maravilloso pez nadando y saltando en
el agua, el mono en su infinita bondad decidió ayudar a ese otro animal que se
estaba ahogando, y luego de muchos intentos por agarrarlo, al fin lo consiguió
y lo saco del agua, fue hasta la orilla y lo coloco encima de la hierba verde
al lado de un árbol. Seguramente usted
ya sabe cuál es el final de este cuento, ya debe saber que le paso al pez
cuando fue sacado por el mono fuera del agua. Pues así nos pasa, muchas veces creemos que otros se están
ahogando, y resulta que están en su estado natural. Aquí mi comentario es dejar
de estar viendo y al pendiente de los rompecabezas de otros, no solucionarlo
por ellos, si alguien me pide ayuda, ahí puedo compartir mis herramientas,
compartir información, pero siempre recordando que cada uno está haciendo su
tablero, unas palabras amorosas siempre es una buena medicina. El pájaro que nace enjauladoPiensa que los demás pájaros están
perdidos. Esta forma de armar rompecabezas es muy personal, sé que hay
personas que arman el rompecabezas con la misma metodología, pero he conocido
personas que me dejan impresionados con su forma en cómo han desarrollado y
completado sus rompecabezas, son personas que tienen otras habilidades y que
han hecho uso de esas cualidades con una velocidad impresionante. Hay concursos donde se reúnen a armar rompecabezas
y en una oportunidad vi una persona que no separaba las piezas ni por color ni
por su forma, tampoco le preocupaba si las piezas tenían líneas rectas, ella
tenía una habilidad que sencillamente veía el conjunto de piezas y sus colores
y las va tomando y encajando, algunas no calzan a la primera, pero después de
volver a pasar su mirada en las piezas sueltas va consiguiendo una y otra, logrando
identificar el match de cada una, al parecer su visión y su sistema de
pensamiento le permite ver pequeños detalles en cada una de las piezas,
diferenciar colores y tonos con una exactitud impresionante y descifrar los
mínimos detalles en los bordes irregulares de las piezas. Es sorprendente ver como una persona puede armar rompecabezas
con una facilidad enorme. Esa no es mi habilidad. Dicen algunos de mis amigos
allegados, que quizás mi habilidad con el puzle es la paciencia, porque ellos
no tienen esa paciencia de pasar meses, sentados un par de horas al día, frente
a un tablero sin forma. En una oportunidad me diagnosticaron Discromía de los
Colores, y cuando busque un poco de información al respecto, pues es un tipo de
enfermedad derivada del Daltonismo. En
mi caso si puedo diferenciar el rojo del verde, pero no logro diferenciar los
tonos de los colores, llegando incluso a confundir un morado con un azul
oscuro, o un verde oscuro con un marrón.Es algo curioso, nunca me gusto hablar de ello, y se pensaba
que yo no me había aprendido los colores, pero llego el día que, al realizarme
un examen visual obligatorio para obtener mi licencia de conducir, y ese día el
Doctor que me chequeaba, me remitió a un especialista y este me dio el
diagnostico. Solución, ninguna, aprender
a vivir con ello y no hablar de colores en público. Fue mi sistema de defensa personal
para que no conocieran de mi limitante visual. Hoy recordando ese evento me
parece impresionante y curioso cómo me agradan los rompecabezas, donde los
diferentes de matices de colores en mi perspectiva se confunden, pero al
colocarlos uno al lado del otro puedo ver pequeñas diferencias, lo curioso es
que mi aparente enfermedad visual no me resto paciencia ni deseo de armar los
rompecabezas. Hace unos meses me emocione al ver un famoso programa de
España donde el tema central del mismo fue el daltonismo y lo que sufren las
personas con dicha enfermedad, incluso colocaron ejemplos en cámara de cómo ven
los colores una persona con daltonismo y una persona sin daltonismo. Los ejemplos eran fantásticos, una carreta llena de frutas de
todas las formas y colores, una pared llena de globos inflados y de muchos
colores, entre otros, así como animales coloridos. El programa me emociono,
incluso había momentos donde mostraban la pantalla compartida, la misma imagen
repetida en ambos lados de la pantalla del televisor, pero una a full color y
otra con el color que distingue una persona con daltonismo, confieso que
algunas veces no logre percibir grandes diferencias.
Luego de hablar de la
parte científica y de hablar de las cantidades de personas que sufren de daltonismo,
llegaron a mostrar un invento que han desarrollado para poder brindar una mejor
calidad de vida y una experiencia asombrosa a nosotros los daltónicos. La
tecnología no es invasiva, no requiere cirugía, es un par de lentes, que con
tecnología y diferentes estados cromáticos en sus cristales, se conjugan para
poder mostrar y filtrar el color que deben reflejar, en palabras más o palabras
menos, mostrarle a una persona que sufre de daltonismo los colores reales del
mundo que tiene en frente. El programa termina con un grupo de niños un bebe un adulto y
un adulto mayor, que padecen de daltonismo y nunca habían usado los lentes, les
mostraron todo el escenario que tenían en frente las frutas, los globos, los
animales e incluso una pantalla con imágenes muy coloridas, y luego se
colocaron los lentes que corrigen esa deficiencia visual, es emocionante poder
ver sus gestos y su admiración ante todo una nueva gama de colores que se
descubría delante de ellos. Y usted,¿Ya se colocó sus lentes para
descubrir el mundo que tiene delante suyo?
Pero una de las visiones que me agrada mas trabajar es en mi
visión interna del mundo interno/externo.
Me gusta aprender, conocer y saber en varios y variados temas.Así como esas personas en el programa de televisión que se
colocaran los lentes y descubrieron una nueva gama de colores ante su vida, es
como me he sentido a lo largo de estos años al poder colocar nuevos cristales
ante mis ideas y pensamientos. Hay
ocasiones que uno puede leer una frase y esta hace un clic interno que nos
cambia el panorama original que tenemos de una situación. Recuerdas alguna situación que debía resolver y en un
instante aparece esa idea en su mente y uno siente la confianza y la seguridad
que esa es la solución y el camino a seguir. Uno se emociona, lleva acabo la
acción y resuelve el acertijo. Es como llegar al salón de clase, sentarse en el
pupitre y encontrar un examen delante de uno, al dar una vista rápida a las
preguntas, se esboza una sonrisa y una confianza interna que uno sabe las
respuestas, o conoce las formulas para encontrar la respuesta a lo que están planteados
en el problema. Así se va sintiendo la vida en la medida que vamos llenando
ese rompecabezas que hemos llamado vida, nuestra experiencia del ser, ser uno
mismo. Un estado de bienestar, alegría y sincronizado con todo lo que acontece
dentro de nosotros y afuera de nosotros. La invitación de este escrito es
llegar a ese estado, bien sea que nos toca colocarnos unos lentes nuevos,
afinar la formula de los cristales que estamos utilizando o bien tener que
hacer uso de una larga vista o binoculares para empezar a ver lo que
necesitamos ver. Desde que nacemos empezamos a descubrir el mundo que tenemos
a nuestro alrededor, comenzamos a identificar las partes que conforman nuestro
cuerpo, la limitación que poseemos a través de nuestra piel, y los millones de
sensaciones que el cuerpo, nuestro vehículo nos proporciona. A medida que vamos creciendo desarrollamos ideas y
pensamientos basados en esas experiencias y sensaciones que hemos vivido, desde
emociones y sentimientos que luego vamos identificando y dando nombre o carácter
a los mismos, hasta esas situaciones que hemos atravesado y por alguna u otra
razón hemos colocado en la caja de los recuerdos como agradables o favorables y
no agradables o no favorables. Desde niños buscamos potenciar y replicar esas situaciones
que nos agradan, empezamos a descubrir un mundo de sabores, un mundo de colores
y nuestra mente se empieza a expandir con ideas, con conocimiento, conceptos,
parámetros y muchos más El estado natural de un niño es estar feliz, desde el momento
en que llega a los brazos de su madre, es el estado natural del ser humano,
buscar la felicidad. Pero en un mundo cada vez con mayor acceso a la
información, y la evolución propia que hemos vivido los seres humanos, en
algunas etapas de nuestro desarrollo empezamos a perder identidad. Muchas veces
buscando complacer, satisfacer, o cumplir con las normas que nos son dadas por
nuestros guías, nuestros padres, los mayores, y lo que estemos viendo en la
sociedad que nos rodea. Empezando a
dejar de lado algunas características propias de cada ser humano, individuales
de cada ser, pero a su vez en ese autodescubrimiento de quien somos y que nos
gusta. Por diversas razones, algunos logran ir encajando esas piezas
del rompecabezas desde muy temprano en sus vidas, consiguiendo identificarse
con su propio yo y hacer más de lo que le gusta, otros en cambio empiezan a
callar ese deseo interno o esa inquietud que tienen por determinados temas o
experiencias. En este camino de armar el rompecabezas ya hemos avanzado
muchos años sin conocer completamente nuestras habilidades, nuestras fortalezas
y nuestra fuerza interior que nos empuja por el deseo de realizar nuestra
labor. Soy consciente de que no hay una guía para ser padres, así como tampoco hay
un manual para armar el rompecabezas o el puzle de nuestra vida. A cada uno le
fue otorgada una tarea, una imagen, una figura para armar. Estamos en un mundo dual, donde todo lo que usted piense,
siente, ve o conoce tiene exactamente una misma posición diametralmente opuesta.
Blanco negro, arriba abajo, mojado seco, limpio sucio, hombre, mujer. Todo en
este plano tiene una posición opuesta, simplemente para lograr a través de la comparación
decidir y escoger aquello que nos agrada, mostrar ambas caras de una moneda. Desde muy pequeño he tenido inquietudes sobre cuál es nuestra
tarea, cual es el objetivo de estar aquí. No siempre hay una respuesta fácil,
incluso hay muchas situaciones que podemos formular preguntas sin encontrar las
respuestas. Por ser la vida una maquinaria
gigante contiene demasiada información para poder ser abarcada a través de una
sola vida, a través de un conocimiento, a través de un ser humano.
Hay millones de funciones en el cuerpo humano, partiendo de
ello, encontramos muchas especialidades en la medicina para poder comprender,
conocer y buscar de ajustar esas funciones cuando no se encuentran bien
calibradas y se manifiesta la enfermedad.
Así que imagine un momento, si para un ser humano es
necesario diversificar su conocimiento en muchas especialidades médicas ya que
una sola persona no puede asimilar toda esa información. Algunos llegan a obtener mucha información y
conocer mucho o un poco de mucho, pero una sola persona que sea especialista en
todo y cada uno de los procesos no hay todavía.
Igual sucede en la naturaleza, son tantos factores, tantos
fenómenos, tantos animales, tantos y tantos procesos biológicos, químicos,
hidráulicos, energéticos, que no es posible conocerlos todos.
Sencillamente no hay una computadora o un ser humano que le pueda
decir a usted, cual es su tarea en esta vida.
La experiencia de vivir es tan rica en vivencias, seres
humanos, conocimientos, aprendizajes, y muchas más situaciones que atravesamos
y experimentamos, que no es posible describirla simplemente con palabras. Estoy
convencido que son los poetas quienes más se pueden acercar a través de las
palabras a la explicación de una experiencia, de una sensación, de un
sentimiento, seguramente los doctores pueden dar una explicación de la
infinidad de procesos que se acontecen ante determinado evento, pero es
solamente la experiencia que ha vivido cada ser lo que le da el conocimiento en
sus células, en su sentir y en la apreciación del evento.
¿Cuánto hemos hablado del amor?Y aún no sabemos lo que es el amor. Algunos pueden sentirse ofendidos ante esa
afirmación que acabo de hacer, y es válido. Pero si le invito a que describa lo
que es el amor, necesitamos varios libros para ello, y al fin de cuentas mucho
de lo que llaman amor se basa en lo que recibimos de otra persona. Se ha
conceptualizado y desgranado tanto el amor, en búsqueda de obtener amor,
sentirlo y vivirlo, que nos hemos alejado de su fundamento. El amor no se
explica, se vive.
No podemos explicar un
sentimiento, solemos explicar lo que ese sentimiento nos hace sentir. Cambiare el ejemplo para buscar uno más
neutral,
¿podemos explicar lo que se siente
estar frente al mar
y ver las olas llegar a la orilla?
Podemos explicar lo que vemos, lo que resuena en nuestra
interior, describir muchas emociones, como se escucha, como lo percibe la piel,
como lo vemos, pero esa emoción toda conjugado de lo que siente usted en su
pecho, cuando trata de describirla, las palabras se quedan cortas. Y hay personas que sus emociones son opuestas
a la suya, cuando esta frente al mar. Por eso y muchas más razones es que no hay un libro, una
computadora, un ser humano capaz de hacer el trabajo por otro, capaz de decir
lo que está bien y lo que está mal. Si está usted buscando formulas matemáticas
exactas para alcanzar el objetivo, no las hay, lamento llegar hasta aquí para
darle esa noticia. Pero si hay un vasto
mundo de experiencias que le van guiando a descubrir eso que usted necesita y
quiere. A cada uno nos han dado las herramientas necesarias para
armar ese rompecabezas, ese puzle que le llamamos vida, o esa vida que yo le he
llamado rompecabezas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario