viernes, 22 de febrero de 2008

Conciencia

La Real Academia Española define conciencia como sigue (Del lat. Conscientĭa ).
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. 2. f. Conocimiento interior del bien y del mal. 3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas. 4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto. 5. f. Psicol. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.


Muchas veces los caminos que nos llevan a “tomar conciencia” son los caminos del dolor. Me atrevo a asegurar que casi nadie analiza sus emociones o sentimientos en estados de euforia, alegría, o tranquilidad. Son los estados anímicos como la desesperanza, el dolor, la angustia, el sufrimiento lo que nos coloca en una introspección propia de cada ser humano que nos hace llegar a los niveles de conciencia de nuestros actos, nuestras emociones y si llegamos a profundizar nos podemos hacer conscientes de nuestros pensamientos. Y tenemos la creencia y percepción que acto, sentimiento e ideas no están ligados. Creemos que son entes individuales que llevamos con nosotros. Ni nos damos cuenta que somos producto de lo que pensamos. Si me preguntan ¿las situaciones que vivimos nos pueden forjar determinada forma de pensar? Si. Pero nos quedamos en ese estado, llegamos a vivir basados en lo que aprendimos o vivimos en el pasado, comparándolo a cada instante con lo que estamos viviendo en el presente lo cual nos genera un estado de angustia dependiendo de las situaciones pasadas, fueron agradables o no.

Cuando atravesamos una situación de dolor o de desagrado, podemos acceder a nuestro Yo interno, que nada tiene que ver con el ego, y llegamos a encontrar cualidades o atributos que desconocíamos en nosotros mismos. Y dentro del estado de inconciencia llegamos a solucionar lo que podemos solucionar, y pasado el dolor se nos olvida que esa cualidad esta ahí. Situaciones en la vida que nos llevan (seguramente a la fuerza) a modificar patrones de comportamiento, de pensamiento, de valores, y sin darnos cuenta estamos modificando algo en nuestro carácter y nuestro pensamiento que modificara nuestra conducta.

Pondré un ejemplo. Si soy una persona con ciertos “valores” y lo coloque entre comillas, por que los valores morales son simplemente modificación culturales, normas pre establecidas de la sociedad donde nos desarrollamos que nos inculcan y enseñan que debemos ser de tal o cual manera, pero que nunca nos enseñaron en base a nuestra experiencia, sino en base a la experiencia de otro. En esta área busco moverme dentro de la amoralidad. Es diferente a moral o inmoral, es diferente a sin moral. Tengo mi propia moral. Así como hay bueno hay malo, con moral, sin moral. Yo busco mi centro.

Esta persona moralista y pendiente de hacer el bien, no por su forma intrínseca de ser, sino por que quieren que los vean como seres humanos “buenos”. Y en la sociedad en que vivimos desean que su hija ó hijas se casen antes de tener relaciones sexuales, y vivan con su esposo antes de quedar embarazadas. Imaginémonos que sucedería si su hija sale embarazada del novio. El padre entraría en un estado emocional de shock, donde su acto inmediato es probablemente de insultar a la hija y de etiquetarle según lo que el desea y lo que el siente. Y es muy probable que en el tiempo luego de su reacción inicial, se serene, llegando a apoyar a regaña dientes y contra su voluntad a su hija en ese proceso de vida.

Soy del pensamiento en el cual la vida te va enseñando el camino, y te da las situaciones vivénciales para lograr ser mejores personas y desarrollar la parte espiritual de cada uno de los seres humanos que aquí vivimos. La vida nos lleva y confronta con situaciones que nos ponen de frente con nuestros propios conceptos. Y cuando mas sufrimos ó decidimos sufrir, es con nuestros conceptos más caducos y arraigados que poseemos dentro de nosotros mismos. Esos que muchas veces nadie puede llegar a darte un concepto distinto por que es inaceptable. Y que la vida simplemente te va diciendo cambia ese pensamiento.

Cuando podemos darnos cuenta de lo que nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestros pensamientos están haciendo con nosotros, podemos decidir. Ahí radica el estado de la llamada conciencia. Estar alertas a nosotros mismos, acceder a ese código de información que tenemos intrínseco a cada ser humano, salir de mi mismo y ver lo que yo pienso y siento. Eso me acerca a la conciencia.

Pero me encuentro con muchas barreras, ya que no fui educado ni aprendí de esa forma. Aprendí a negar los sentimientos que no me agradan, las situaciones que me incomodan, aprendí que debo ser autosuficiente para todo. Y fueron las situaciones de vida que me llevaron de la mano del dolor, a empezar a revisarme, a dejar de ver hacia fuera y empezar a ver hacia adentro. En un principio solo podía ver, luego reconocer, hasta que tuve que buscar soluciones.

Ahí fue donde me empecé a percibir, empecé a tener conciencia de mí. Y una vez que accedes a esa información y estado no puedes salir. Y no se trata de querer Salir, es que en determinados momentos no queremos ser conscientes, queremos volver a nuestros estados enfermos de comportamientos y conductas que nos aportan cierta seguridad o nos suavizan la situación, por que buscamos lo conocido.
Ahí radica el libre albedrío, esa es la libertad del ser humano, ser conciente de si mismo, y decidir basado en su propia conciencia.

¿Estas conciente de tus temores?
¿Eres conciente de tus virtudes?
¿Eres conciente de todo tu cuerpo? ¿Qué sientes? ¿Qué piensas? ¿Cómo están los dedos de tus pies? ¿Sabes que zapatos llevas puestos? ¿Sabes que ropa interior te pusiste hoy?

Por ahí empieza la conciencia, cuando tienes toda tu atención en cada una de las cosas que haces. Cuando tus pensamientos y emociones están en lo que haces ahora. Te puedes perder a cada segundo, pero retoma tú ahora. Olvídate del ayer, no sueñes con el mañana. Se consciente de cada segundo, de cada hora, de lo que estas hacendó, de lo que tu cuerpo te esta diciendo. Tu cuerpo es mas conciente que tu. Escúchalo, atiéndelo. Es tu mejor aliado para saber que te ocurre ahora y aquí.

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